Su canto, que se oye principalmente en el crepúsculo, es fuerte y agudo, formado por periodos largos interrumpidos por silencios cortos. Este sonido lo producen los machos, que cantan más cuanto más aprieta la calor, y sirve para atraer a las hembras y para advertir a los otros machos. Tanto las hembras como los machos tienen un sentido del oído muy sensible y son capaces de captar con precisión los ultrasonidos. En estado adulto, los podemos encontrar de julio a septiembre. Las hembras depositan la puesta dentro de la tierra y, en la primavera siguiente, de los huevos salen ninfas bastante parecidas a los adultos. El proceso de transformación de estas ninfas en adultos se conoce con el nombre de metamorfosis simple o incompleta. |
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